Y otro domingo más

Pues nada, aquí estoy, como todos los domingos, escribiendo para contaros más cosas, esperando a que acabe el día y empiece una nueva semana...

Este domingo no ha estado mal. Lo que me gusta de los fines de semana es poder levantarme cuando se me abren los ojos solos, sin necesidad de alarmas y sobresaltos. Aun así os reconozco que no soy de dormir demasiado, y entre las 8 y las 9 ya estoy con los ojos como platos.

Abro los ojos, miro el reloj, cojo mi móvil para ver si alguien se ha acordado de mí y me ha mandado un mensaje, doy un par de vueltas en la cama intentando arreglar el mundo, mi mundo, y cuando veo que si no salgo de la cama no va a haber forma humana de arreglarlo, un salto y directa a la cocina.

Los fines de semana dedico algo de más tiempo al desayuno. Y, por supuesto, hoy no ha sido diferente. Me he preparado mi fruta, un plátano y un kiwi, mi café con leche desnatada endulzado con stevia, un revuelto de un huevo con dos tostadas de pan de nueces untados con aguacate (veréis que soy una fan número uno de los aguacates; en el desayuno, en la merienda, en mis ensaladas...me encanta su sabor, y ahora que han descubierto que su grasa no resulta tan mala, es un alimento fundamental para muchos que hacemos deporte).

He desayunado tranquilamente, programando mi día, echando un vistazo a mi instagram, leyendo un libro que me tenía enganchada y que por fin he terminado...y ya estaba lista para empezar con fuerza.

Así que después de dejar todo en orden, me he puesto mis mallas, me he atado bien fuerte los cordones de mis zapatillas, he cogido mi bolsa con todo lo que necesito (incluido un plátano para después de entrenar) y al coche para ir al gimnasio.

Hoy me tocaba pierna...llevo ocho semanas metida de lleno en una combinación de tablas y cardio. Los domingos, martes y jueves hago tabla, el resto de días cardio y aprovecho mis clases de boxeo para cumplir con el cardio. Cada día la tabla de entrenamiento se centra en una parte del cuerpo; pierna, abdomen y brazos. Hoy empezaba la novena semana. Así que hoy ha sido el peor, la verdad es que el entrenamiento de pierna es agotador, y desde luego yo no soy la excepción. Pero ¿sabéis algo? Por primera vez en mi vida estoy haciendo una tabla con la que veo los resultados, y eso motiva...¡vaya si motiva!

El mejor momento es sin duda la ducha. Después de un trabajo bien hecho, darte una ducha, y pensar que lo lograste un día más, no tiene precio. Un consejo: disfruta de ese momento...que te caiga el agua calentita por la espalda, y aprovecha para relajarte.

Con el entrenamiento hecho ya estás lista para seguir con el día. Y la verdad es que el humor positivo de un buen entrenamiento te hace tener ganas de comerte el domingo.

Mi plan solo incluía ir a comer. Y mis fines de semana cuanto más cómodos mejor. Así que me he plantado unos Levi's que compre en Estados Unidos hace unos cuantos años y que, por ese amor mío al suelo, están destrozados. Pero no puedo prescindir de ellos. Una camiseta blanca de Massimo Dutti, mi sudadera gris de Decathlon; otra que está para el arrastre. Nada de tacones con lo cual me he plantado mis más que cómodas botas de Stradivarius, hubo quién pensó que eran una apuesta arriesgada, pero creo que ya ha debido cambiar de opinión. Y encima un abrigo negro de Zara que me encanta porque es diferente. También tiene unos añitos.

Cómoda al cien por cien. Lista para comer, tumbarme en el sofá y dejar pasar la tarde esperando que llegue de nuevo el lunes y una semana más...con nuevas aventuras para disfrutar.

*Gracias a Cris por las fotos


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